sábado, 21 de marzo de 2009



Estos dos pequeños hijos mios tan increiblemente diferentes, como el dia y la noche como la tempestad y la calma.

Ayer fuimos al cine me sente en medio el mas pequeño no dejo de carcajearse toda la pelicula de inicio a fin, verdaderamente fue un gusto escucharlo me contagiaba con su alegria con su chispa me impresiona como no ha perdido esa magia de lo espontaneo de ser niño.

Mi otro pequeño sonriendo disfrutando permitiendo ser apapachado pero curioso con mas discrecion, es natural ya es parte de los cambios de la adolescencia...

Es maravilloso el ser parte de estos talleres vivenciales de la infancia, en ellos definitivamente he aprendido a entender a escuchar a sentir las necesidades de mis hijos a disfrutarlos completitos con todo y sus berrinches y cambios de humor o con sus silencios.

Se escuchara cursi pero ayer en el cine no eran dos niños eramos tres..disfrutando de la pelicula de "Los huevos y un pollo", comimos nachos, chocolates, papas sazonadas, palomitas y alguno de ellos repitio la dosis y en fin..momentos que se que quedaran grabados en ellos para alimentar ese vinculo tan importante padres-hijos. No es ir al cine, es disfrutar cada instante de estar en el conviviendo haciendolos sentir que estas ahi.

Fiiiuuuu.

Gracias Vida.

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