sábado, 22 de agosto de 2009

Los pecados capitales

Lo mismo que un San Jerónimo,hueso, pellejo y reigambre,llorando estoy en tu puerta mis pecados capitales.Los siete no..., los catorce,que a catorce cientos caben,que cada uno de los siete que en el catecismo se abren,se hicieron siete y setenta,y setecientos a pares.Solo por ti, por el goce pecador de aprisionarte.Culpas de soberbia tuve,y ahora quiero confesarme; La Soberbia... de tenerte, la soberbia de mandarte la soberbia de ser dueño de aquel alcazar de jaspe que principiaba en tu boca he iba todo a cimentarse en tu pecho y en tus muslos base de mis soledades, Soberbia tuve de ti ,si es pecado, que me manden descalzo a Jerusalen ,que por mucho que me manden,la soberbia irá por dentro de mis huesos clareándose.Que quien una vez te tuvo en abandono de sangre,poco castigo es que luego le fuercen a condenarse.Y avaricia... ¿Quien pensó que aquellos jardines reales...las magnolias de tu pecho y la saliva de dátil, no tuvieran avariento jardinero que los guarde...?Si hasta para ser avaro,¡Dios me sostenga el aguante! avaro fui de la pena que un día me regalaste,y me clavé los tres clavos desde la punta al remache. De lujuria, ni hablemos, que es cosa que ha de callarse,que pregunten a tu alcoba,y a las sabanas de enlace y a los espejos velados que ellos dirán lo que fue: toro, palomo y arcángel entre edredones de plumas mullidos de abochornarme. Si la lujuria condenan el pleito es ley que se vale que no tengo salvacion ni la preciso de nadie, porque hasta muerto me pondria de pie con solo mirar las letras de tu camisa llamandome . Ira tuve contenida; ira de ti, ¡Dios me ampare !ira de ti, de sentir.. .tu entrega sin entregarte ,ira de saber que siendo, tan valiente...fui un cobarde,y un día con Dios de espalda y tu mentira en el aire,no te agarroté del cuello y te estrangulé de balde,y aqui paz y después gloria ,gloria de banquillo y carcel. Si hasta gula profesé,yo que soy sobrio de panes, y que media copa de vino bebo para no gastarme, pero el pan de tu cintura crujiente como un guirlache y la miel enchorreares de tu nuca y el vino de tus oidos y que se Yo... ¡Si aun doy bocados al aire porque el manjar de tu cuerpo golosamente me sabe!Y envidia...que fui envidioso de tu ayer, de tu entonces,de cuando no estaba yo pegado a tus palpitares,y a quien me tomo la delantera en tu sangre, le pondria sinapismos de lumbre en los riñonales, y si sus señas supiera...provincia, ciudad y calle,por la envidia que le tengo,prendería su linaje con tanta pólvora negra que ni rastro le quedase.¿Que me falta...?si, hasta tuve pereza para que no falte el séptimo,son sesenta en catecismo de amante pereza de no moverme,pereza de no dejarte,pereza de que se hundieran,casa, familia y caudales solo por estar contigo,pegado, lacre con lacre. que fueras almirel y llave y si todo se perdia basta con que se ganarme la ruina que me vino con el vino contenido de tu cauce. Siete pecados me cubren del pelo a los calcañares. Soberbia con avaricia, lujuria con ira grande,gula y envidia y pereza.Y si no fueran bastante,los siete parieron siete en setenta eternidades. Dile que venga el obispo, al escribano, al alcalde,al sepulturero, a todos los que quieran escucharme;tengo dentro de las venas los pecados capitales yNO busco contricción, nada que de ti me aparte, que estoy pensando el infierno donde cuando me achicharre, los cuatrocientos pecados le hechen la cruz a tu imagen....

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